¿Por qué los pastizales?


En el área de influencia de la Alianza, los pastizales naturales de América del Sur están compuestos principalmente por especies vegetales gramíneas y herbáceas.  Su extensión abarca cuatro países con cerca de 75 millones de hectáreas, distribuidas en: Argentina (60%), Uruguay (20%), Brasil (18%) y Paraguay (2%). 

Conocidos también como llanuras, llanos o pampas, los pastizales proveen servicios ecosistémicos esenciales para la vida como: la purificación, regulación y provisión de agua, almacenamiento de carbono, regulación de ciclos de nutrientes, regulación del clima, captación de carbono, y aprovisionamiento de alimentos, fibras y combustibles. Además, son el hogar de una exuberante variedad de vida silvestre y una gran riqueza cultural, espiritual y recreativa. Sin embargo, al igual que otros pastizales del mundo, constituyen uno de los ecosistemas más amenazados del planeta. 

Los pastizales del Cono Sur comprenden cuatro ecoregiones: pampa semiárida, pampa húmeda, sabana mesopotámica, y los campos y malezales sulinos. Debido a su historia natural vinculada al pastoreo y el fuego, los pastizales son una de las ecorregiones con mayor biodiversidad a nivel global.

Cerca de 600 especies de aves, algunas residentes y otras migratorias que recorren distancias de hasta 15 mil kilómetros cada año, dependen de este frágil y amenazado ecosistema.

Desafortunadamente, la intensificación y expansión de prácticas humanas agrícola-ganaderas bajo manejo inadecuado, sumadas al uso indiscriminado del fuego y al desarrollo urbano, han mermado drásticamente la extensión y salud de las pampas. Por tal motivo, los pastizales son reconocidos como una prioridad de conservación en el Neotrópico.

Entre un 50% y un 75% de la cobertura original de pastizales naturales del Cono Sur se ha perdido por el cambio de uso de suelo, provocando la fragmentación de los ecosistemas, desecación de humedales, pérdida de suelo y nutrientes y la pérdida de la biodiversidad original.

Aún más preocupante es que menos de un 0,2 a 0,5% de estos territorios se encuentra resguardado por Áreas Naturales Protegidas. Por tal motivo, es vital garantizar la protección y recuperación de los pastizales a largo plazo mediante planes de conservación y producción sostenible. De esta forma, no solo se protege la biodiversidad, sino también su legado cultural ganadero.

¿A QUÉ NOS ENFRENTAMOS?

¡Se acaba el tiempo!

Cada segundo cuenta

Conversión de uso de suelo a monocultivos de grano y forestaciones.

Caza y matanza ilegal.

Régimen de Pastoreo incompatible.

Regímenes de fuego alterados.

Invasión de flora y fauna exótica.

Urbanismo.

Cambio climático.

Pérdida de la ruralidad.

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